Nos ha pasado muchas veces que nuestros clientes nos solicitan la traducción jurada de un documento en vez de traducción jurídica, que es lo que realmente necesitan. En efecto, entender la diferencia entre traducción jurada y jurídica puede ser confusa para quién no trabaja en el sector de la traducción y de la interpretación.

Pero estamos aquí para ayudarte, y con este post vamos a aclarar las dudas entre traducción jurada y jurídica 😊

¿Cuándo necesito una Traducción Jurada y cuándo una Traducción Jurídica?

Si necesitas la traducción para presentarla ante algún Organismo o para ante un procedimiento legal, necesitarás una Traducción Jurada, que tiene la misma validez legal que el documento original que se ha traducido.

Si por el contrario necesitas la traducción para uso interno, necesitarás una traducción jurídica. Por ejemplo, hay empresas de filiales extranjeras que traducen los estatutos en su idioma para que la plantilla pueda leerlos y comprenderlos correctamente.

¿En qué se diferencia una traducción jurada?

La Traducción Jurada, también llamada traducción pública, legal, oficial o certificada de un documento, consiste en una traducción avalada con firma, sello y certificación por un Traductor Jurado acreditado.

De hecho, en España el Traductor Jurado no es un traductor habitual, ya que está debe estar acreditado por el Ministerio de Asuntos Exteriores y Cooperación (MAEC) para traducir documentos oficiales. El Traductor Jurado asume la responsabilidad de la traducción jurada con su firma, sello y certificación reconocidos.

Los documentos escritos en lengua extranjera presentados ante Organismos Oficiales (la administración, una universidad, un juzgado, un notario, etc.) se suelen acompañar de una Traducción Jurada exacta del texto original.

Desafortunadamente, no todos los países tienen una regulación tan estrecha de las traducciones juradas, y esta es una de las razones por las que puede haber confusión entre los inexpertos.

TRADUCTORES JURADOS

¿En qué se diferencia una traducción jurídica?

Por último, la traducción jurídica es la simple traducción en otro idioma de aquellos textos que se utilizan en las relaciones entre el poder público y el ciudadano, y también de los textos empleados para regular las relaciones entre particulares con transcendencia jurídica.

Por lo tanto, este tipo de traducción no tiene carácter oficial ante las autoridades y está realizada por un traductor especializado, y no por un traductor jurado.

Entre los documentos jurídicos podemos encontrar los siguientes:

  • Contratos de compraventa y financieros.
  • Escrituras notariales.
  • Documentación laboral.
  • Testamentos y fideicomisos.
  • Pólizas de seguro, informes periciales.
  • Documentos relativos a Propiedad Intelectual o Industrial.
  • Normativas y legislación extranjera.
  • Decisiones judiciales.
  • Procedimientos arbitrales.
  • Escrituras y estatutos sociales.

Sin embargo, como la traducción jurada se puede utilizar para garantizar la veracidad de la información traducida, también se puede realizar la traducción jurada de un texto jurídico, si así lo exige la Administración u otras entidades.

En estos casos, el traductor jurado asume la responsabilidad de la traducción con su firma y su sello en la realización de trámites legales, para dar fe de que la traducción es fiel al documento original.

Traduccion Juridica

Conclusión

Esperamos que este artículo haya sido útil y que estas diferencias no te causen dolor de cabeza 😀

Si tienes alguna pregunta o necesitas un presupuesto de traducción (esta vez no importa si jurada o jurídica 😉) ¡No dudes en escribirnos!