Es la fiebre de la juventud la que mantiene al mundo a la temperatura normal. Cuando la juventud pierde entusiasmo, el mundo entero se estremece.Qué razón tenía el escritor francés Georges Bernanos cuando lanzó esta afirmación. De hecho, hoy quiero hablar precisamente de la juventud. 

La juventud en España

Si hoy España no se ha estremecido aún, sólo ha sido gracias a la valiente y entusiasta actitud que mantienen nuestros jóvenes. Por encima de las negativas consecuencias de esta crisis, de los recortes en protección social, de los indecentes casos de corrupción, de los recortes salariales, de las estratosféricas y dramáticas cifras de paro y de las demás “sorpresas” que no cesan de aflorar, los jóvenes españoles demuestran su tesón para afrontar unos retos que no se esperaba tuvieran que asumir. Aunque sea difícil encontrar trabajo y construirse una vida hoy en día, siguen luchando para su independencia y felicidad. 

La fiebre de la juventud

Y es que la juventud representa en sí misma un valor. Basta mirar atrás para comprobar que los grandes cambios, las grandes revoluciones o los grandes desafíos, siempre fueron jóvenes los que los impulsaron. Juventud de cualquier tiempo y lugar que se siente responsable ante un mundo que constituye su futuro y que no pasa por que se lo estropeen aquellos que no lo van a vivir, ya que son mayores.

Fiebre de la juventud que toma conciencia activa del destino, acertando o no, como responsable y depositaria de nuestras posibilidades de futuro. En concreto, los jóvenes españoles de hoy no dejan que los adultos decidan para ellos. Sobre todo, en contra de los que algunos se empeñen en decir, no constituyen una “generación perdida”. Al contrario, constituyen una generación que, por suerte para todos, ha sabido reencontrarse, incluso fuera de España si es necesario.

Gracias por leer nuestra entrada sobre la juventud en España 🙂 en nuestra web TRADUCCIONES ABROAD encuentras más artículos.